viernes, 28 de diciembre de 2012

UNA DE CRUCES RARAS










Si hay una hermandad en Sevilla paradigma de la ranciedad esta es la de las Penas de San Vicente . Ello no es obstáculo para que su patrimonio sea considerado como lo de lo mejor que se posee por hermandad sevillana . Hoy os traigo una pieza de ese patrimonio que por su rareza merece mención aparte así que me pongo manos a la obra.

Resulta que el Caído de la escuela de Roldán que es titular cristífero de la mencionada , luce una pieza única en el mundo mundial . Se trata de una Cruz realizada en el S. XVIII , de sección rectangular cuyas medidas actuales son de 3,06 x 1,91 contando los remates , realizada en una madera cuya naturaleza a fecha de hoy se desconoce y cubierta de planchas de carey perfectamente pulido sobre el que se han embutido con técnica hasta ahora desconocida la plata trabajada a buril en la que se representan rombos , cruces y rosetas formando rombos por toda la superficie.








Y ustedes se preguntarán ¿Y qué tiene de raro una cruz de carey , como si fuera la única que existe? Efectivamente no es la única cruz de carey que podemos contemplar . Nada más que en hermandades de Sevilla Capital hay dos más : la de la O y la del Silencio . Pero tanto éstas como las otras muchas que hay repartidas tanto en templos sevillanos como por toda España no cuentan con la rareza en la técnica de ejecución que tiene ésta que tratamos. Las demás tienen la plata superpuesta sobre la superficie , pero ninguna de ellas tienen la plata embutida , es más hay ejemplos de técnicas de nácar o marfil incrustados en el carey , pero casi ninguna donde esas incrustaciones son de plata .










Pero ¿Cómo llega esta joya a la Hermandad de las Penas de San Vicente? Pues yo os cuento.

D. Manuel de Villavicencio Castrillo y Moscoso , Marqués de Alcántara del Cuervo y Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús Nazareno , Nuestra Sra. de los Dolores , San Juan Evangelista y Santa Mujer Verónica de la ciudad sevillana de Écija encarga la cruz a Juan Francisco de Pareja , maestro ebanista , vecino de Andújar y residente para este fin en la anteriormente citada . Para ello se firmó escritura ante notario el 30 de mayo de 1734 . Por medio de dicho documento se obliga a ejecutar una cruz de carey , embutida de plata para la imagen de Jesús Nazareno. A cambio la Hermandad se compromete a facilitarle unas dependencias donde montar el taller para ejecutar el trabajo , darle todo el carey y la plata que se necesite en su elaboración , en abonarle al artífice la cantidad de 14 reales de vellón diarios (una pasta teniendo en cuenta que un maestro ebanista cobraba entre 6 y 9 reales) e incluso a abonar el salario de un oficial ayudante si hiciera menester . Se otorgó el plazo de un año para tenerla terminada , plazo que se cumplió pues la misma estaba hecha en junio de 1735 . Se desconoce que el altísimo coste que supuso esta obra fuera una donación del Marquéz o fue abonado por la Hermandad.

El Nazareno ecijano la usaba tanto cuando permanecía en la Iglesia como en su salida procesional en la madrugada del viernes santo . Cuando se utilizaba a para la procesión se montaba sobre una estructura de hierro que se disimulaba bajo la túnica del nazareno y sujeto a éste por la oreja con un perno de metal que todavía se conserva en la parroquia de San Juan Bautista.







En 1.958 se alargó el paso del nazareno y se modificó la posición del mismo de una postura hierática por una en la que avanza con el torso inclinado hacia delante , lo que hizo que la cruz quedara desproporcionada .En 1960 fue sustituida por una cruz arbórea de mayor longitud , cayendo la de carey en desuso.

En 1965 entran en conversaciones con miembros de la hermandad de las Penas de San Vicente encaminadas a su venta , lo que se efectuó en el año 1.967.

La cruz hubo de ser restaurada en 1968 bajo la supervisión de Juan Carrero Rodríguez ya que presentaba varios orificios para su sujeción al cristo nazareno , así como la pérdida de carey y plata en algunas zonas. Igualmente se procedió a ampliarla añadiéndole remates nuevos que se encargó al orfebre Jesús Dominguez y 9 cm más de carey y plata que hubo de realizarse con la misma calidad de materiales y con el mismo dibujo que el resto de la cruz.

Es en dicha restauración se comprobó la auténtica categoría de dicha cruz tanto en sus materiales como en su ejecución y que muchos asocian a un origen americano . Sin embargo tanto la prueba documental (existe el documento de encargo tal y como hemos descrito ) como la comparación con otras cruces cuya procedencia de allende los mares son indiscutibles hacen pensar a algunos estudiosos que , al menos en su ejecución , nada tiene que ver con las técnicas del nuevo mundo .





En definitiva , una pieza única que . además , constituye uno de los poquísimos ejemplos en el que en vez de desechar piezas de valía a favor de otras hermandades que es lo que va siendo común , se adquiere.



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